Entre el martes y el jueves de esta semana se llevaron a cabo importantes controles de mercadería en supermercados de Mina Clavero y Nono. En tanto que en Villa Cura Brochero se secuestró mercadería de vendedores ambulantes no autorizados para trabajar en esa localidad.
Momento en que se procede a la desnaturalización de los alimentos secuestrados en Mina Clavero
Según se informó desde el área de bromatología de los 3 municipios en cuestión, estos procedimientos se enmarcan dentro de un plan que apunta a erradicar elementos vencidos o en mal estado de las góndolas de almacenes y supermercados. Como así también impedir la venta de embutidos y otros alimentos similares que sin la debida conservación pueden acarrear graves intoxicaciones a quienes los consuman.
Mina Clavero
El procedimiento realizado en Mina Clavero en la tarde del pasado 31 de enero arrojó como saldo la incautación de 17 paquetes de Harina (1 kg.), 6 cajas de polvo de tortas Exquisita (400 grs.), 5 prepizzas (x 2 u), 10 Cereales Nestlé Infantil (x125 grs), 6 bombones Vizzio (x 80 grs), 4 salamines, 1 San Salvador Bolitas (300 grs.) y 1 San Salvador Bolitas (50 grs.) además de 16 trozos de queso que sumaban un peso total de 6 kgs.
La mercadería en cuestión fue retirada de la sucursal del Supermercado Top de Mina Clavero y posteriormente desnaturalizada por medio del rociado de combustible.
Nono
Por su parte en Nono se incautaron de la sucursal del Supermercado Mar, propiedad del comerciante Mateo Martín, galletitas dulces y saladas, skarchitos, arroz inflado, y leches por haber superado la fecha de vencimiento.
Cura Brochero
En lo que respecta a Villa Cura Brochero, durante los últimos días de enero y los primeros de febrero las inspecciones bromatológicas se centraron en los vendedores ambulantes de encurtidos.
Según la información brindada por bromatología, en la oportunidad se sustrajeron una veintena de salamines y otro tanto de queso, pan casero y aceitunas.
Asimismo fueron incautados cuchillos, canastos y al menos una paellera utilizados para comercializar los comestibles antes mencionados.
Es de destacar que algunos de estos procedimientos trajeron malestar y dejaron el saldo de un inspector brocheriano agredido con una botella que le produjo una contusión por encima de su párpado derecho.
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