Una realidad que se encuentra presente los 365 días del año toma - quizá - mayor presencia en la opinión pública los meses de enero y febrero, cuando el flujo turístico colma la región y cuando ciertas realidades - aunque no sean problemáticas de fondo - no pueden esconderse bajo la alfombra.
El Paseo Artesanal Cura Gaucho es colorido por las Noches, pero de día semeja un páramo
Tal es el caso de diversos basurales permanentes y depósitos de residuos circunstanciales en Villa Cura Brochero.
La Plaza Centenario
El caso concreto de la Plaza Centenario de la localidad es emblemático. Durante todas las tardes noches y hasta entrada la madrugada no sólo se convierte en la visita obligada de aquéllos que gustan del ambiente familiar para descansar en el estío, si no también en el paso de los que buscan el turismo religioso, y de aquéllos que gustan de la artesanía local y de algún más o menos elaborado producto de reventa.
Claro está que cada noche la romería de visitantes que concurre a este punto neurálgico de la localidad, dejan grandes cantidades de residuos. Que son metódicamente recogidos por dependientes municipales; pero que quedan amontonados hasta cerca del mediodía en la esquina de Rivadavia y Moreno que - dicho sea de paso - es la carta de presentación de la Plaza para el visitante.
Una mancha, un punto para mejorar. Sobre todo si se tiene en cuenta que los puestos artesanales ubicados sobre la calle Rivadavia corresponden principalmente a los artesanos locales que tienen presencia durante todo el año; y que es en ese sector donde contingentes - de jubilados principalmente - buscan su regalería luego de pasar por el santuario de Nuestra Señora del Tránsito y/o por el Museo Brocheriano.
Las Calles
La falta de limpieza metódica y acondicionamiento de calles de asfalto por un lado y de tierra por el otro, provoca sin dudas algunas complicaciones en el tránsito vehicular. En el caso de algunas arterias viales asfaltadas como la Av. Belgrano, o la Poeta Agüero - por citar algunos ejemplos -; la falta de limpieza regular se hace sentir aún más con posterioridad a temporales pluviales como los vividos a mediados de la semana pasada. Arena y tierra se desparraman parejo por toda la acera provocando, sobre todo, la dificultad de circular de bicicletas y motos.
El caso de las calles de tierra, el constante "poceado" no es patrimonio exclusivo brocheriano; pero las principales quejas sí se escuchan en la localidad. Baste mencionar, el malestar de taxistas que sostienen el inevitable deterioro de sus unidades por el crítico estado de las calles, hasta asegurar que la ganancia de la temporada se licua pasado marzo en la reparación de sus vehículos.
Balnearios
En el caso de los balnearios se puede decir que la limpieza es buena. Aunque al día de la fecha se siguen recibiendo quejas de turistas y de algunos operadores turísticos que sostienen que, aunque el servicio público en los mismos ha mejorado, no alcanza.
Las precarias instalaciones de asadores y accesos al río, la limitada accesibilidad a los sanitarios públicos (que por ejemplo no prevé las necesidades de eventuales turistas con capacidades reducidas), son algunas de las observaciones que se hacen.
Las Precarias Instalaciones Turísticas en la Costanera Brocheriana siguen siendo motivos de críticas
En el caso del estacionamiento tarifado - tanto en Los Cedros como en la Costanera Norte - es algo que se sigue prestando a controversia. Una tarifa de $ 12 por día para quienes estacionen sus vehículos, sigue pareciendo oneroso teniendo en cuenta las contraprestaciones ofrecidas. La improvisada cartelería atada con alambre y escrita con aerosol también es motivo de malestar, máxime si se considera que en ninguna parte queda aclarado que ordenanza, decreto o resolución establece el monto a abonar por el uso de esos espacios públicos.
La cartelería dispuesta por las autoridades carece de toda prolijidad y formalidad
Basurales a Cielo Abierto
Un caso a parte es el de los basurales a cielo abierto, de los cuales el más emblemático es el ubicado en los barrancos del Barrio Trencito a pocos metros del Río de los Sauces. Este basural en su momento fue saneado por la gestión de Gustavo Pedernera convirtiéndolo posteriormente en un depósito autorizado de poda.
Quizá la organización del barrio es lo que permitió que esto fuera realmente así; puesto que el poder de contralor del municipio en este sentido es muy limitado. Todavía, empero, siguen existiendo inescrupulosos que usan este predio para arrojar sus deshechos a pesar de la disposición municipal que prevé multas que van de los $ 600 a los $ 1000.
La pregunta es cómo se aplicarán correctamente estas sanciones teniendo en cuenta que quienes arrojan sus residuos en estas zonas en su mayoría son ciudadanos de localidades vecinas.
Disposiciones Municipales
Vista del Basural Camino a la Gloria (Foto Villa Cura Brochero Prensa)
El gobierno de Pedernera informó en este último sentido que se está llevando a cabo un Plan de Erradicación de Basurales a Cielo Abierto. A tal fin se informa "a los vecinos, que se encuentra terminantemente prohibido arrojar residuos de cualquier tipo, en espacios públicos o verdes, a saber: Calle Presidente Perón de Barrio Trencito (el depósito de poda anteriormente mencionado), La cuesta de Brochero, Camino a La Gloria, Camino a Las Maravillas".
Como contrapartida el comunicado oficial asegura que "el municipio llevará a cabo la limpieza de estos lugares y ruega colaborar con los horarios de recolección de residuos en los diferentes sectores de la localidad y no arrojar basura en cualquier sitio, debido a que acarrea contaminación de suelo, flora y fauna autóctona, problemas de salud y afecciones."
La pregunta sigue siendo, si no se toma conciencia a nivel regional; ¿cómo se evitará esto?
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